Incluya a su hijo en las decisiones y ofrézcale opciones
Puede considerar mantener en secreto su diagnóstico de cáncer de su hijo debido a la preocupación por su bienestar mental.
Si bien esta es una preocupación válida, recuerde que los niños son observadores. Detectarán que algo anda mal y es probable que descubran o aprendan sobre su diagnóstico al escuchar hablar a otras personas. Los niños que no conocen la verdad tienden a imaginar lo peor y sacar conclusiones equivocadas. Pueden ponerse ansiosos si sospechan que se les está ocultando algo.
Además, puede ser difícil ocultar a sus hijos los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer. Preparar a su hijo o hija con anticipación para los cambios esperados les da tiempo para procesar la información, hacer preguntas y sobrellevar la situación.
Como padre, usted conoce mejor a sus hijos y la decisión de contarles o no contarles es suya. Si tener una conversación sobre el cáncer con su hijo le da miedo, no está solo. Obtenga la ayuda de un ser querido de confianza que también pueda servir como un recurso adicional para su hijo. Su equipo de atención del cáncer también puede conectarlo con un consejero que pueda ayudarlo con el proceso.
Preguntas frecuentes que hacen los padres sobre la conversación sobre el cáncer
1. Mi hijo tiene 6 años. ¿Cómo le explico el cáncer?
Un niño de 6 años puede comprender una explicación básica del cáncer. Use el término cáncer en su conversación y use términos simples para explicarlo. Por ejemplo, puede describir el cáncer como “células malas” y decirle en qué parte de su cuerpo tiene cáncer. Asegúrele que el cáncer no es su culpa y que no se lo puede contagiar a nadie.
Si su plan de tratamiento incluye quimioterapia, puede decirle que los médicos le darán un medicamento fuerte para deshacerse de las células cancerosas y que este medicamento puede hacer que se sienta mal algunos días. Trate de explicarle cómo es posible que no pueda llevarlo a la práctica deportiva esos días y quién lo llevará en su lugar. Esté preparado para responder muchas preguntas, pero tenga en cuenta que los niños reaccionan de manera diferente.
2. ¿Qué debo decirle a mi hija de 11 años sobre mi cáncer?
Es posible que los niños a esta edad ya hayan escuchado sobre el cáncer a través de sus amigos en la escuela o en las redes sociales. Puede explicar su diagnóstico de cáncer a su hija con mayor detalle, pero use términos que ella entienda. Sea honesto con sus respuestas. Está bien decir: “No sé”, pero su equipo de atención del cáncer encontrará la respuesta para ambos.
Si su tratamiento afectará su rutina, elabore un plan que funcione para ambos. Preste atención a los cambios de comportamiento, tranquilícela y anímela a acudir a usted con sus preguntas e inquietudes. Ofrézcale un recurso adicional, como un familiar de confianza o un consejero, al que pueda acudir si usted no está disponible. También está bien expresar tristeza, pero modelar buenas estrategias de afrontamiento que pueda usar.
3. Mi adolescente puede tener dificultades con mi diagnóstico de cáncer. ¿Qué tengo que hacer?
Cuando hable con su adolescente , sea abierto y honesto para mantener la confianza. Si tienen una fuerte respuesta emocional a la noticia, intente animarlos a compartir sus sentimientos, pero no los presione. Permítales tiempo para procesar sus emociones. Recuérdeles que está disponible para responder preguntas o ayudar a encontrar las respuestas juntos.
Permítales ayudar en la casa, pero evite darles demasiadas responsabilidades. Observe los cambios en el comportamiento de su adolescente y busque el apoyo de un profesional de la salud, como un trabajador social o un consejero. Considere un grupo de apoyo donde su hijo adolescente pueda conectarse con otros adolescentes afectados por el diagnóstico de cáncer de sus padres.
4. ¿Qué estrategias puedo usar para informarle a mi hijo sobre mi diagnóstico?
Un buen punto de partida es prepararse. Es posible que desee esperar hasta que tenga la mayor cantidad de información posible sobre su diagnóstico, pero no espere demasiado. Practique lo que le dirá a su hijo. Obtenga apoyo emocional, si es posible, pidiéndole a un adulto en quien confíe que sea parte de la conversación. Tenga en cuenta la edad de su hijo cuando decida cuántos detalles compartir.
Elige el lugar y la hora adecuados. Esta puede ser su sala de estar u otra área de su casa. Evite comenzar la conversación justo antes de otros compromisos para que tenga tiempo suficiente para estar disponible para su hijo.
Trate de mantener la calma mientras habla con su hijo, pero expresar sus emociones está perfectamente bien. Anime a su hijo a hacer preguntas y también a compartir sus sentimientos. Hable sobre su tratamiento, los efectos secundarios esperados y cómo podría afectar su rutina. Sea realista pero tenga esperanza.
Durante la conversación, siga el ritmo de su hijo. Haga una pausa y busque señales de que pueden tener suficiente información. Pero no olvide mantener la conversación: planee compartir más detalles con el tiempo.
5. ¿Qué pasa si mi hijo pregunta, “te vas a morir”?
Esta pregunta surge a menudo, y es una que desea estar preparado para responder. Puede comenzar diciéndole a su hijo que el cáncer es una enfermedad grave. Pero ahora, el plan es trabajar para eliminar las células cancerosas.
Asegúreles que hay muchos tipos de cáncer y que no todos mueren de cáncer. Evite el uso de términos como "fallecer" o "dormir para siempre" para evitar la confusión y la ansiedad innecesaria.
Consejos para ayudar a su hijo a afrontar el tratamiento contra el cáncer
- Evite interrumpir la rutina de su hijo tanto como sea posible. Por ejemplo, trate de mantener las mismas horas de acostarse.
- Prepárelos para que se deban hacer cambios y les avisará con la mayor anticipación posible.
- Incluya a su hijo en las decisiones y ofrézcale opciones.
- Cree un calendario compartido de tratamiento del cáncer y actividades no relacionadas con el cáncer para mantenerlos informados.
- Permítales mantener sus actividades después de la escuela: obtenga ayuda de familiares y amigos para los paseos.
- Anime a su hijo a escribir en un diario: pueden expresar sus preocupaciones cuando escriben.
- Permítales ayudar en la casa.
- Fomentar actividades divertidas y tiempo con sus amigos.
- Hable con el maestro de su hijo sobre lo que está pasando en casa, si usted y su hijo se sienten cómodos.
- Recuérdele a su hijo que lo ama.
- Comuníquese con ellos tan a menudo como sea posible.
Cuándo obtener ayuda
Los niños reaccionan de manera diferente a un diagnóstico de cáncer. Su hijo puede tener emociones fuertes, pero su hija puede parecer desinteresada. Muchos niños pueden sobrellevar la enfermedad de sus padres sin mayores problemas. Pero algunos niños pueden necesitar más apoyo.
Esté atento a los comportamientos que pueden significar que su hijo no está afrontando bien la situación y busque la ayuda de un profesional de la salud. Por ejemplo, si su hijo:
- Se retrae o parece triste todo el tiempo.
- Es inusualmente hiperactivo o parece estar afrontándolo demasiado bien.
- Muestra signos de comportamiento disruptivo o ansiedad por separación.
- Muestra un comportamiento regresivo como mojar la cama o berrinches que duran mucho tiempo.
- Desarrolla un cambio en el rendimiento escolar.
- Exhibe interrupción del sueño o dificultad para concentrarse.
- Habla sobre la muerte o el suicidio repetidamente o trata de hacerse daño.
No dude en comunicarse con un consejero en la escuela de su hijo. El pediatra de su hijo también es un buen recurso. Su equipo de atención del cáncer puede conectarlo con un trabajador social o un consejero.
Por más preocupado que esté por sobrecargar a su hijo con la conversación sobre el cáncer, hablar con ellos sobre su diagnóstico puede ayudar a generar confianza y buenas habilidades de afrontamiento. Si elige no decirlo, es probable que su hijo se entere de su diagnóstico de otra fuente y obtenga información incorrecta. Mantenga la conversación apropiada para la edad y use estrategias para que sea menos desafiante. Recuerde que hay ayuda disponible.
Es posible que ya conozca los beneficios del ejercicio. Desde aumentar la energía hasta reducir el estrés y mejorar la función mental, la actividad física es importante para la salud. La investigación también ha demostrado que la actividad física está relacionada con un menor riesgo de varios tipos de cáncer. Pero, ¿puedes hacer ejercicio si ya tienes cáncer?
Conclusiones clave:
- Por lo general, hacer ejercicio es seguro durante el tratamiento del cáncer. Según la nueva guía, se alienta a los oncólogos a recomendar el ejercicio como parte de la terapia contra el cáncer.
- Algunos de los beneficios de hacer ejercicio durante el tratamiento del cáncer incluyen el mantenimiento de la salud, la reducción de los efectos secundarios del tratamiento y la mejora del afrontamiento.
- Para ayudar a que sus huesos y músculos se fortalezcan, apunte a una sesión de entrenamiento de fuerza de 30 minutos al menos dos veces por semana.
- Entre otros beneficios, los ejercicios aeróbicos ayudan a fortalecer la función cardíaca. Pruebe 30 minutos de ejercicios aeróbicos como caminar o andar en bicicleta cinco días a la semana.
- Recuerde discutir primero su plan de ejercicio con su oncólogo. Comience despacio, haga lo que pueda y planee aumentar gradualmente.
¿Debo hacer ejercicio si tengo cáncer?
Sí, pero es una buena idea consultar primero con su oncólogo para ver qué programa de ejercicios es adecuado para usted. El ejercicio es esencial para una vida saludable, y no deja de cosechar sus beneficios porque tiene cáncer.
Ser físicamente activo durante el tratamiento del cáncer puede ayudar a:
- Reducir los efectos secundarios del tratamiento.
- Mejorar la capacidad física.
- Aumentar la fuerza muscular.
- Fortalece tus huesos.
- Prevenir la pérdida de masa muscular.
- Mejora el sueño.
- Reducir el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer.
- Agudiza tu enfoque.
- Fortalece tu sistema inmunológico.
Si hacía ejercicio regularmente antes del cáncer, es posible que no pueda continuar con el mismo programa de ejercicios durante el tratamiento. Pero su equipo de atención del cáncer puede ayudarlo a encontrar un programa de ejercicios adecuado para usted.
Si no era físicamente activo antes del tratamiento del cáncer, su equipo de atención del cáncer podría ayudarlo a crear un plan de ejercicios. Es probable que le recomienden que comience despacio y avance hacia una rutina de ejercicios más activa que pueda tolerar.
Su plan de acondicionamiento físico personalizado puede depender de muchos factores , que incluyen:
- Su historial médico.
- Ejercicio previo y nivel de condición física.
- El tipo de cáncer que tiene.
- Los tipos de tratamientos que está recibiendo.
- Otras condiciones médicas que pueda tener.
¿Qué dice la investigación sobre el ejercicio con cáncer?
En mayo de 2022, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) publicó nuevas recomendaciones que respaldan el ejercicio durante el tratamiento activo del cáncer . Los investigadores examinaron revisiones científicas y ensayos clínicos aleatorios durante los cuatro años anteriores.
Llegaron a la conclusión de que los proveedores de atención del cáncer deberían recomendar que las personas que reciben tratamiento contra el cáncer, ya sea quimioterapia o radioterapia, participen en ejercicios aeróbicos y de entrenamiento de fuerza regulares.Para obtener más información, visite https://maasalong-official.top/es/ .
Contents
- Preguntas frecuentes que hacen los padres sobre la conversación sobre el cáncer
- 1. Mi hijo tiene 6 años. ¿Cómo le explico el cáncer?
- 2. ¿Qué debo decirle a mi hija de 11 años sobre mi cáncer?
- 3. Mi adolescente puede tener dificultades con mi diagnóstico de cáncer. ¿Qué tengo que hacer?
- 4. ¿Qué estrategias puedo usar para informarle a mi hijo sobre mi diagnóstico?
- 5. ¿Qué pasa si mi hijo pregunta, “te vas a morir”?
- Consejos para ayudar a su hijo a afrontar el tratamiento contra el cáncer
- Cuándo obtener ayuda
- ¿Debo hacer ejercicio si tengo cáncer?
- ¿Qué dice la investigación sobre el ejercicio con cáncer?